Casasola de Arión (Valladolid) y su historia
El día 20 de julio del presente año de 2018, terminó de editarse en Valladolid, mi libro titulado Casasola de Arión y su historia[1]
Nunca pensé en escribir un libro. Sin embargo, mi dedicación a la genealogía desde hace veintiún años fue marcando también el camino de la historia de mi pueblo, y esto fue definitivo para que abordara la tarea de la escritura.
El inicio de este empeño comenzó con mi séptimo abuelo, Lucas Pérez, con el que quedó cortada la genealogía de mi tercer apellido. En la partida de bautismo de su hijo Andrés Pérez de Prado, bautizado el sábado 19 de marzo de 1695, el cura párroco en aquel momento, don Marcos Cabezudo, escribía que era «hijo legítimo de Lucas Pérez, natural del reino de Galicia, obispado de Orense, y de María de Prado, su legítima mujer». Tanto de Lucas como de María no hay noticias de su segundo apellido, ni de dónde ni cuándo se casaron.
Como no encontré ningún dato en el Archivo Diocesano, investigué en el Archivo Histórico Provincial de Valladolid, en cuyos fondos encontré varias partidas de compraventa de mi abuelo. Pero sólo encontré a Lucas Pérez, sin su segundo apellido.
Doña Teresa Sarmiento de la Cerda, IX duquesa de Béjar y dueña de mi pueblo, nombró en 1698, mayordomo del concejo a Lucas Pérez, pero sólo escribió: Lucas Pérez.
Sin embargo, entre los papeles del escribano de entonces, hallé con fecha de 1661, el documento de los nombramientos de los oficiales y justicias de Casasola. Este documento fue el hilo inicial y conductor por el que comencé a investigar la historia de mi pueblo.
Fueron dos años y medio de investigaciones y la consiguiente acumulación de información que, necesariamente, por su importancia para la historia local tenían que ver la luz y ser compartidos con mis paisanos.
En el Archivo Diocesano de Valladolid es donde he recogido los datos genealógicos de las familias del pueblo, la información de la iglesia, su fábrica, sus diezmos y las visitas del obispo de Zamora, diócesis a la que pertenecía el pueblo. El complemento de la investigación se realizó, como ya se apuntó, en el Archivo Histórico Provincial de Valladolid. El período más contemporáneo, desde 1850, quedo cubierto con los fondos del Archivo Municipal de Casasola. Así como, a través del Portal de Archivos Españoles, PARES, aparecieron los datos de la familia de los duques de Béjar y en el Archivo Histórico Nacional y Archivo de la Real Chancillería los de los duques de Arión.
La Biblioteca de Castilla y León ha sido, también, fundamental para la investigación con material como la Colección diplomática del Monasterio de Sahagún y otros varios títulos esenciales[2]. Además de otros muchos reseñados en mi libro.
El devenir de la historia
Las huellas humanas más antiguas registradas del lugar comienzan con los que podemos llamar precasasolinos, que nacieron, vivieron y murieron en la prehistoria, Antigüedad Clásica y Tardía, su rastro se sigue en los trece yacimientos arqueológicos localizados en varios pagos de nuestro pueblo.
El primer testimonio escrito es del 1 de septiembre de 1040, y corresponde a una donación de bienes otorgada por Tharesia y sus nietos Oveco y Rodrigo al Monasterio de Villacé. En este documento aparece por primera vez el término de Kasasola y el nombre árabe del rio, Mozaudí, hoy Bajoz. También es de resaltar el toponímico Falfarugus, pago en el que, entre otras donaciones, se cedían tres aranzadas y media de viñedo[3].
1573 es el año en el que el rey Felipe II incorpora a la Corona y al patrimonio real seis partes de nueve de unas salinas en Belinchón (Cuenca), que poseía don Rodrigo de Ulloa, señor de la Mota, a cambio de Morales de Toro, Casasola y los despoblados de Cabañeros y Almaraz. Después de setenta y siete años en manos de los Ulloa este territorio, en 1650 el futuro IX marqués de Béjar, don Juan Manuel Manrique de Zúñiga Sotomayor, compró Casasola con su jurisdicción, alcabalas, foros, etcétera, por 10.000 ducados, cantidad que suponía la décima parte de la dote que aportó al matrimonio su esposa, doña Teresa Sarmiento de la Cerda. Tras la muerte del marqués, en 1660, fue doña Teresa la que regentó el señorío de Casasola.
Fallecida la marquesa, hacia 1707, las propiedades y señorío pasaron a su hijo don Baltasar de Zúñiga Guzmán Sotomayor y Mendoza en junio de 1712. Unos años más tarde, en 1725, don Baltasar recibía del rey Felipe V el nombramiento de I duque de Arión. Es el momento en el que Casasola cambiaría su nombre por el de Villa de Arión. Dos años después fallecía el duque sin sucesión.
No existen datos que afirmen la presencia de doña Teresa Sarmiento de la Cerda o de su hijo el duque de Arión en Casasola. Constan, no obstante, los poderes respectivos que otorgaron para la posesión. Doña Teresa estuvo representada por Agustín Jiménez Carracedo y don Baltasar por don Marcos Cabezudo, cura de Casasola,
Al morir don Baltasar sin descendencia, fue su hermana, doña María Manuela de Zúñiga y Guzmán, la heredera del ducado de Arión. En 1728 le sucedería su nieto, don Francisco Alfonso Pimentel y Borja. Con este duque entraba en el gobierno del ducado el condado de Benavente. El siguiente duque de Arión, el IV, fue el hermano del anterior, don Ignacio Alfonso, fallecido en 1764 sin descendencia. Entonces, siguiendo el derecho sucesorio, se retomó la línea de la tía de los últimos duques, doña Manuela Pimentel y Zúñiga, hija de doña María Manuela de Zúñiga y Guzmán, casada con don Agustín Fernández de Velasco y Bracamonte, X duque de Frías. Un hijo de ambos, don Martín Fernández de Velasco y Pimentel sería el V duque de Arión, y con él entraba el ducado de Frías en el de Arión. Sin estar aún aclarados los motivos, renunció don Martín al ducado en 1776.
Tampoco tuvo descendencia don Martín, por lo que se recurrió a la línea de su hermano Bernardino, y sería una nieta de este, doña María Teresa del Carmen Pacheco Téllez-Girón, la VI duquesa de Arión. Esta duquesa, casada con don Manuel Antonio Fernández de Córdoba y Pimentel, IX Marqués de Malpica, introdujo la casa de Malpica en el ducado de Arión. Murió la duquesa en Madrid el año de 1828. El VII duque de Arión fue don Joaquín Fernández de Córdova Pacheco, hijo de la anterior duquesa, quién falleció en 1871.
A partir de 1837, con la abolición del régimen señorial, los títulos del ducado fueron honoríficos. En esta forma, el VIII duque de Arión fue don Joaquín Fernando Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques, segundo hijo del anterior duque. Hay constancia de que, en dos ocasiones, estuvo este duque en nuestro pueblo, así como el registro documental de una donación de 1.500 pesetas, para la compra del reloj del ayuntamiento.
El IX duque, hijo único del anterior, fue don Joaquín Fernando Manuel Pedro de Alcántara Fernández de Córdoba y Osma, quien donó los terrenos para hacer las escuelas en 1947 y el nuevo barrio del Pingarrón. Estuvo en nuestro pueblo en la inauguración del grupo escolar Duque de Arión, el día 2 de marzo de 1947. Falleció diez años más tarde.
Aparece en algún listado como X duque de Arión don Joaquín Fernando Fernández de Córdoba y Mariátegui, hijo del anterior. Murió a los treinta y dos años en el hundimiento del crucero Baleares en la Guerra Civil, siendo teniente de navío. Le siguió como XI duque su hijo don Gonzalo Fernández de Córdoba y Larios, hijo del anterior y fallecido en 2013. El XII duque actual es don Joaquín Fernández de Córdoba y Hohenlohe, nacido el 14 de septiembre de 1961.
De otra Historia casasolina
En otro orden, se trata en el libro la encuesta del Catastro del marqués de la Ensenada, en las cuarenta preguntas de las Respuestas Generales y que se dio por finalizada el 16 de septiembre de 1754 en Toro (Zamora).
Por su interés me extiendo en el tratamiento de la iglesia más importante del pueblo, la de Santa María de la Asunción, sobre la misma se trata de sus retablos, capillas, torre e imágenes de importancia. En otra secuencia se da cuenta de los libros sacramentales de bautizados, matrimonios y defunciones, y de otros datos de inventarios, tanto de los objetos como de las tierras de la iglesia. Sigue una parte destacada que se ocupa de las campanas y de las obras que se fueron realizando, y como final el registro de las visitas del obispo de Zamora.
Además, he dedicado un capítulo a la enumeración de los arroyos, caminos, pagos y calles, de estas quedan recogidos los diversos cambios de nombres. Como curiosidad, por lo efímero de la medida, queda relatado el proceso que dio lugar al cambio de nombre del pueblo recién proclamada la I República Española, 16 de febrero de 1873, que pasó a denominarse Casasola Federal.
Otros muchos apuntes de interés quedan registrados y de los que doy cuenta en este resumen a modo de miscelánea. Así, las Respuestas Particulares del marqués de la Ensenada y los deslindes hechos desde el siglo XVI, cuya documentación se guarda en el Archivo Municipal de Casasola. Me he entretenido en el relato de la construcción del ayuntamiento en 1874 y las escuelas (hoy teleclub) que se inauguraron en 1880. No podía faltar un capítulo sobre las aventadoras y otros negocios de un pueblo que a mediados del siglo pasado vendía 2.000 aventadoras cada año, en toda la península Ibérica. El cólera del siglo XIX y la «gripe española» también tienen cabida en el relato, así como los datos de habitantes que ha tenido el pueblo. En otros apartados se pormenoriza información sobre el cementerio, los barrios y la Guerra Civil.
Figuran al final las transcripciones de documentación determinante para el trazado histórico del pueblo y que ha sido utilizada en este trabajo de investigación.
NOTAS
[1] ISBN: 978-84-09-02686-9 y su Depósito Legal: VA 528-2018.
[2]Herrero de la Fuente, Marta, Colección diplomática del Monasterio de Sahagún (857-1230). T. 2, (1000-1073), (Colección: Fuentes y estudios de historia leonesa; 36), Centro de Estudios e Investigación San Isidoro, León, 1988.
Reglero de la Fuente, Carlos Manuel, Espacio y poder en la Castilla medieval: los montes de Torozos (siglos X-XIV), Diputación Provincial de Valladolid, 1994.
Mañanes, Tomás, Arqueología vallisoletana, V. I, la Tierra de Campos y el sur del Duero, Institución Cultural Simancas, Valladolid, 1979; V. II, Ídem, 1983.
Sánchez Rodríguez, M.: Tumbo Blanco de Zamora, Salamanca, 1985.
[3] Archivo Histórico Nacional.
Un detalle del libro: Los vecinos de cuatro patas
El recuerdo de los chuchos que se paseaban por mi pueblo en 1957, según constan en varias listas de vacunación de perros, conservadas en el Archivo Municipal.
Vaya también mi recuerdo para «Lenteja» una perrita blanca y pequeña, que siempre acompañaba al señor Gilberto.
Habrá muchos casasolinos que recordarán a su perro o al del vecino.
El autor protagonista del pregón de 2016, el 24 de agosto
Web del Ayuntamiento de Casasola de Arión
Genealogía del autor, línea paterna, a partir de su abuelo